MARFA MABEL BARRIENTOS BARRIA
Artesana en lana
Nació en el sector de Aucho, en Lliuco Vega, donde vive actualmente junto su marido y dos hijos.
La práctica del oficio es algo que trae desde pequeña, como herencia de su madre quien trabajaba mucho en lana, mayoritariamente haciendo frazadas. Se metió a aprender, ‘robándole’ lana y tejiéndola con clavos, hasta que la vio su hermano mayor y le dijo “yo te voy a comprar palillos”, los primeros palillos que tuvo.
Después, por su propia iniciativa, le tejía a sus muñecas, aunque le salían prendas bien feas, "nadie me guiaba en eso”, comenta la Sra. Marfa.
Más tarde, su madre le enseñó cómo hacer los rebajes, y cuando ya fue al colegio ocupaba lana más especial que le permitiera hacer algo productivo, y que pudiera usarse.
Su curiosidad le ha llevado a aprender de otras personas lo que le ha gustado de ellas, aplicándolo a su técnica. “Soy preguntona porque a uno le gusta superarse”, explica la Sra. Marfa.
Actualmente, reparte su tiempo entre el oficio de peluquera, la artesanía y las labores de casa. Además de encantarle hilar, le fascina teñir, porque se van intentando nuevos y distintos colores. Eso es lo más curioso, “en el teñido espero el color que me salga”, asegura.
Para facilitar la comercialización de sus diversos productos, cuenta con el apoyo institucional otorgado por el espacio de exposición permanente y venta que constituye el Almacén de la Biodiversidad, en Castro.
La artesana está muy agradecida de Dios, por haberle dado inteligencia. “Éste es un don que Dios me ha regalado y que me sirve de terapia, para olvidarme de los problemas”, relata la sra. Marfa, agregando que “la artesanía consiste en inventar cosas nuevas que llamen la atención”.
El origen de sus diseños está en su mente, llena de arte y creatividad, y van emergiendo de los mismos teñidos. Eventualmente traza los dibujos antes, como por ejemplo, bordados con punto cruz.
Considera que sus tejidos son representativos de Chiloé porque los hace ella, que es nacida y criada en Chiloé, "además, mis trabajos pretenden demostrar las cosas que se hacen aquí. Tenemos que dar a conocer que somos de acá. Las herramientas que ocupo son característicamente chilotas, al igual que las hierbas que salen de este campo", acota la sra. Marfa.
Su trabajo se diferencia de otros por la gran variedad de teñidos que logra, como también por la calidad y terminaciones, dadas por su experiencia de más de 40 años.
Los precios dependen del producto, tamaño y técnica utilizada, pero lo que ella cobra principalmente es la calidad. “Bueno, cuando preguntan por precio les digo que hay que ver calidad; yo digo el precio cuando ven el trabajo, para que sepan por qué están pagando. Tienen que saber que hay algunos más rústicos y otros más delicados y prolijos”, explica la sra. Marfa.
Alguna vez, de soltera estuvo en Cema Chile, pero “en ese tiempo era muy al lote. Era cosa de quién hacía más. Era ‘hágalo como lo haga, igual le van a pagar bien’; no se diferenciaban las cosas delicadas y bien hechas, con las feas y mal realizadas”, recuerda la sra. Marfa.
Lliuco, Comuna de Chonchi. Febrero, 2007
"Artesanos Maestros vigentes en su oficio, Chiloé". Proyecto Fondart 2007
Fotografías de Stefan Bartulín