HERMINIA CUYUL MILLACURA
Artesana en canastos. Trabaja con junco, manila y quiscal.
Originaria de Cucao, a los 30 años se fue a Castro para ganarse la vida y mantener a su madre. Sigue viviendo allí junto a su marido e hija.
Recuerda que aprendió de su madre, quien hacía canastos para mariscar, y que ella -“como era niña intrusa”- desarmaba para luego volver a tejerlo. También recuerda que iba a buscar ñocha al monte y hacía pisos para vender.
Luego, viviendo en la capital provincial, comenzó a vender artesanías en la plaza de armas, y cuando se lo impidieron comenzó a hacerlo en el puerto, donde con el tiempo obtuvo un puesto, “en la cúpula”, al lado del mercado, en donde estuvo por dos años.
Actualmente trabaja y vende en su casa, por pedido y a quienes llegan dateados.
Para Doña Herminia, un buen artesano se destaca aún sin tener un espacio físico donde vender. Afirma que "por una puerta que le cierran, ella abre 200", pues gracias a su trabajo comercializa todo lo que ofrece. Dice que “yo donde llegue me pagan”.
Además, sus artesanías son algo que llevan mucho los turistas; "es que aquí en Chiloé es la única parte donde se fabrica, ni en Puerto Montt se hace, ya sea porque no hay material o porque no lo saben hacer".
Castro Alto, CASTRO. Octubre 2006.
"Artesanos Maestros vigentes en su oficio, Chiloé". Proyecto Fondart 2007